En 1987, el francés Philippe Mouret propuso la Colecistectomía Laparoscópica, cirugía laparoscópica de vesícula, que ingresó en Argentina en octubre de 1990. Esta técnica, rápidamente aceptada, propone innegables beneficios estéticos, internaciones muy cortas y rápida reinserción laboral.
La operación se realiza con anestesia general. Debe ser hecha por cirujanos entrenados en instituciones habilitadas. Ingresa, a través del ombligo, en el abdomen insuflado con CO2, una endocámara vinculada a un sistema de ópticas, fuente de luz fría y monitor de TV, donde el equipo ve la cavidad abdominal con su anatomía magnificada 40 veces o más.